La iniciativa busca fortalecer la detección temprana de desviaciones de la normativa ambiental y la adopción oportuna de medidas de corrección.
El gobierno de Chile, a través de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), apostará al uso de la inteligencia artificial y la ciencia de datos para detectar de forma temprana desviaciones de la normativa ambiental y adopción oportuna de medidas de corrección.
La iniciativa fue anunciada por el superintendente del Medio Ambiente, Cristóbal De La Maza, quien presentó la «Estrategia de Inteligencia Ambiental: Ciencia de Datos al Servicio del Medio Ambiente y las Personas», documento orientado al uso intensivo de tecnologías de información, la ciencia de datos y aplicaciones de inteligencia artificial, combinadas con la experiencia y conocimientos de los funcionarios y funcionarias de la institución.
El documento busca contribuir al logro de los objetivos estratégicos de la SMA planteada en una hoja de ruta para el período 2020-2023, fortaleciendo la calidad de servicio a la comunidad.
De La Maza explicó que la Estrategia de Inteligencia Ambiental busca también colocar a la ciencia de datos al servicio del medio ambiente y las personas. «Queremos utilizar la ciencia para mejorar nuestro servicio a la comunidad y esa es la esencia de esta nueva propuesta», sostuvo la autoridad.
Es importante destacar -continuó De La Maza-, que esta nueva visión permitirá a la institución realizar un seguimiento permanente de las obligaciones de la comunidad regulada en Chile. Esperamos alcanzar este año cerca 1.000 instalaciones conectadas en tiempo real, precisó la autoridad.
Adicionalmente, la SMA está impulsando el desarrollo de nuevas herramientas para hacer seguimiento del estado del medio ambiente de forma masiva, a través del análisis de imágenes satelitales y la sistematización de los datos de análisis y mediciones comprometidas en diversos instrumentos de carácter ambiental.
Finalmente, el Ministro de Ciencia, Andrés Couve destacó el impulso de dos proyectos que actualmente se están trabajando desde su cartera y que están estrechamente vinculados a la Estrategia de Inteligencia Ambiental de la Superintendencia, que corresponden a la Política Nacional de Inteligencia Artificial y el Observatorio de Cambio Climático.
«Sabemos que impulsar el uso de herramientas de Inteligencia Artificial para el monitoreo al medio ambiente contribuyen a disminuir el impacto ambiental del Estado y también del sector privado», sostuvo el ministro.
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