El filtro busca limpiar y descontaminar los metales pesados del agua utilizada en las piscigranjas de truchas.
La científica peruana Silvia Ponce Álvarez ganó tres premios, junto al equipo que lidera, en el XX Concurso Nacional de Invenciones 2021 de Indecopi, de Perú, con su filtro creado a base de conchas de abanico y langostinos que serviría para limpiar y descontaminar los metales pesados del agua utilizada en las piscigranjas de truchas.
En el 2013 la científica Silvia Ponce Álvarez también fue ganadora del Premio LÓreal Mujeres en la Ciencia.
En diálogo con la Agencia Andina, Silvia Ponce Álvarez, del Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima, explica que con su invento se obtendría peces más saludables y aptos para el consumo humano.
De pequeña, a la científica Silvia Ponce Álvarez no le gustaban las muñecas, prefería entretenerse con su microscopio y un juego de química que su papá le regaló. Cada día iba creciendo su interés por las ciencias, estudió mucho hasta convertirse en una reconocida investigadora.
«La concha de abanico lo molemos hasta lograr un determinado tamaño de partícula, que es el más adecuado para tener un mejor absorbente. Mientras que de la cabeza del langostino extraemos la quitina, que es un removedor de descontaminantes; y unimos ambas cosas», explica la investigadora peruana Silvia Ponce Álvarez.
Las pruebas del proyecto, que empezó en el 2018 – y que por la pandemia tuvo que extenderse-, se han realizado en los laboratorios de la Universidad de Lima y en piscigranjas de Huancayo con buenos resultados. El invento ha demostrado que este filtro tiene bastante capacidad de absorción de metales pesados como arsénico, cobre, plomo y zinc.

«Ellos (los piscicultores) no tienen un sistema de tratamiento de las aguas, simplemente las desvían; hacen un tratamiento primario y luego pasan a las pozas de truchas. La otra opción es comprar tecnología y eso es caro», detalla Ponce.
¿Cómo funciona el filtro de purificación de agua? La científica peruana explica que este es un sistema simple que se puede adaptar fácilmente en las piscigranjas del país.
«Son como pequeños cilindros (pellets) que serán usados como filtros para limpiar el agua utilizada en las piscigranjas. Se colocaría en la bocatoma -así como los filtros que se ponen en los caños- antes de que llegue a donde están las truchas. Pasaría el agua por los pellets y así quedaría limpia», detalla.
En el mercado existen los pellets de carbón activado, pero son importados y costosos. La tecnología que piensan implementar en nuestro país es 100% nacional y con un costo muy accesible al piscicultor.
La siguiente etapa del proyecto es la implementación y escalamiento. Para ello, la científica hace un llamado a las empresas interesadas en apostar por este tipo de tecnología.
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