17/02/2022
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Luis X. Barrios, fundador y CEO de Arkangeles: «Nuestra misión es movilizar más capital hacia los emprendedores y permitir que todos puedan invertir en startups»

En Tekios conversamos con el mexicano Luis X. Barrios, CEO y fundador de Arkangeles, una plataforma de fondeo colectivo que le apuesta a un nuevo tipo de inversionista en América Latina, ese que podría invertir desde US$150 o menos en una startup.

En Tekios conversamos con el mexicano Luis X. Barrios, CEO y fundador de Arkangeles, una plataforma de fondeo colectivo que le apuesta a un nuevo tipo de inversionista en América Latina, ese que podría invertir desde US$150 o menos en una startup.

Luis X. Barrios tiene muy clara la función que cumple dentro de los ecosistemas tecnológicos: «Soy un facilitador o un catalizador» para que estos funcionen.

En cumplimiento de esta misión autoimpuesta ha fundado tres iniciativas en menos de 10 años: The Pool, un coworking («club de emprendedores», como le gusta llamarlo) con varias sedes en la Ciudad de México; Ark Fund, un fondo de capital privado enfocado a startups de capital temprano, y Arkangeles, una plataforma de fondeo colectivo que decidió crear cuando se dio cuenta que no podía invertir en startups: no le alcanzaba el dinero para el ticket de entrada.

De esta última iniciativa, Barrios recuerda que «quería crear un modelo alterno donde gente de otro poder adquisitivo, diferente al del gran inversionista, pudiera invertir con la misma filosofía que tenemos en Arkangeles: movilizar capital para crear impacto y generar progreso».

El modelo de Arkangeles no es nuevo en el mundo ni en América Latina, sin embargo, lo que diferencia a este crowdfunding mexicano es su predilección por invertir en startups que buscan el impacto social, principalmente en los sectores healthtech, edtech y fintech.

En Tekios conversamos con Luis X. Barrios sobre su camino como emprendedor y cómo los ecosistemas tecnológicos están cambiando mucho más que las industrias que transforman.  

EMPRENDEDOR POR NATURALEZA

¿Cómo ha influido tu paso por Singularity University y la Kauffman Fellowship en las iniciativas que has creado?

-Pasé por un programa alterno de Singularity University, donde se va un tiempo a Copenhague y después a Silicon Valley. Esta institución te deja una visión de lo que viene, de la singularidad de las cosas, de cómo medir la exponencialidad y los efectos secundarios de las tecnologías emergentes; cómo estas pueden «infectar» diferentes industrias cuando entran en el mercado.  

Un ejemplo es el coche autónomo. El programa te lleva a preguntas: ¿cómo puede beneficiar o afectar la industria? ¿Cómo afecta o beneficia a la industria los seguros? ¿Cómo beneficia a la sociedad en cuanto al tema de accidentes? ¿Cómo cambian las ciudades? ¿Cómo mejora o empeora la movilidad urbana?

A mí, como emprendedor, me funciona entender qué se requiere para construir empresas exponenciales y alcanzar el impacto que quieres generar. Y por otro lado, como inversionista, me ayuda a entender los nuevos modelos de negocio; hacia dónde van los emprendedores en las industrias, y en general, hacia dónde va el mundo.

-¿Y la Kauffman Fellowship?

-Te enseña cómo convertirte en un inversionista de impacto. Haces parte de una red bastante exclusiva a nivel global, con los top inversionistas del mundo donde la mayoría de estos trabajan en fondos o están creando nuevos, pero con un ADN completamente distinto. Buscan crear impacto positivo en el mundo, el que realmente canalice tu energía y movilice el capital hacia soluciones que mejoran la calidad de vida del ser humano.

Cuando decides tomar este camino del emprendedurismo tengo entendido que encuentras resistencia por parte de tu familia, una familia exitosa (fundadores de los hoteles City Express). Cuéntame el desenlace de esa historia.

-Siempre me han apoyado, no hay que malinterpretar eso, sin embargo, mi papá estaba buscando que fuera un poquito más conservador o que al menos estuviera un poco más en la vieja escuela y que empezara por un camino más corporativo. Después, que brincara al emprendimiento. Él me hizo caer en cuenta el riesgo que implicaba el camino que estaba tomando y eso fue muy positivo.

The Pool es tu primer emprendimiento, del que se desprenden Ark Fund y Arkangeles. ¿Cuál era tu objetivo al hacer un coworking?

-Es mi primera iniciativa que sale a la luz. Previo a eso hay varias ideas, pero con poco drive y no llegaron a salir. Es una iteración, una evolución, en realidad. The Pool empieza con la misión de juntar emprendedores en un mismo lugar, y ahí ver cómo detonar esa chispa emprendedora, alineando o atrayendo a los diferentes componentes de un ecosistema. La idea era crear un microecosistema de emprendedores que permitiera a más personas cumplir sus sueños, y donde se pudiera hablar de emprendimiento de una manera más abierta y libre, sin los prejuicios que existen en América Latina por el arraigo cultural de ser un empleado. Quería ir en contra de eso y que la gente pudiera venir a crear empleos y de esa manera también atraer a empresarios de alto poder adquisitivo, de alta posición en diferentes compañías. Buscar esas sinergias y esas mentorías o asesorías, colaboraciones o inversiones.

-¿Cuál sientes que es tu función dentro de estos ecosistemas?

-Hay diferentes tipos y formas de emprender. Yo siempre he considerado que mi posición es ser un catalizador, como un impulso, como un trampolín. Por eso The Pool, la alberca (piscina), ayuda a personas a nadar, a que aprendan diferentes destrezas, si lo quieres ver así, o a brincar de una plataforma de 40 metros. O simplemente puedes ir a jugar, chapotear y conocer a otras personas que hacen lo mismo.

Que es lo que sigue haciendo Arkangeles, pero de otra manera, ¿cierto?

-Desde un principio estaba convencido de destinar mi energía, mi tiempo y mi vida en propiciar emprendimientos, en crear impacto en México y en la región latinoamericana. Ahora, viéndolo desde Arkangeles, mi misión principal es movilizar capital a empresas que sé que merecen la pena, a emprendedores que están creando, que traen una misión fuerte detrás, que buscan crear impacto a través de sus negocios: inclusión en salud, inclusión educativa, inclusión financiera o mejorar el comercio. Crear abundancia siendo agresivos, en el buen sentido de la palabra, que es otro de los conceptos de Singularity.

La visión heredada del Kauffman Fellowship me permitió convertirnos en gate keepers, donde se puede decidir qué tipo de empresa apruebas y a cuáles no. Y en mi caso, pues he tratado de mantener esa filosofía de selección en Arkangeles y en los fondos en Ark Fund: escoger a las compañías que realmente traen una misión interesante, que pueda generar un impacto positivo en la sociedad.

INVERSIONISTAS 2.0

¿Arkangeles apunta a un inversionista diferente al convencional?

-La misión de Arkangeles es poder movilizar más capital hacia los emprendedores y permitir la entrada de otro tipo de inversionistas y que todos puedan invertir en startups, lo que antes era completamente imposible.

La industria de capital privado antes era solo considerada para los altos patrimonios y por eso esa brecha de riqueza es tan grande, porque los ricos tienen acceso a mejores oportunidades.

Cuando las nuevas industrias emergen, llegan cambios de comportamiento del ser humano que se adoptan masivamente. Entonces, eso hace a los ricos infinitamente más ricos, y el que no hace parte, acaba siendo un consumidor más de esas tendencias y nuevas tecnologías, pero sin la capacidad de invertir.

-¿Empresas de fondeo colectivo como Arkangeles están cambiando la cultura del inversionista?

-La misión del Arkangeles es ayudar a esta parte de la población que ha sido ignorada o ha sido subatendida financieramente y que hoy está atorada en invertir en ciertos activos que te ofrecen las instituciones financieras tradicionales. Cuando quieres invertir en startups, se piensa que mínimo necesitas de US$15.000 o US$25.000. A través de una plataforma como Arkangeles puedes invertir desde US$150 o menos, y de esa manera, entre 100 personas sumar el ticket, dándole la misma capacidad de retorno que los grandes inversionistas.

Además, ahora gracias a las fintech puedes acceder a productos y servicios financieros que antes eran imposibles y que requerían de una sucursal… El apetito de invertir de estas nuevas generaciones, más digitalizadas, está obligando a crear opciones.

REDUCIR LOS OLIGOPOLIOS

¿Cuál crees que sea la función de estas startups de impacto en las que ustedes invierten en los países latinoamericanos?

-Soy un fiel creyente de que en la medida de que podamos generar mayor abundancia de productos y servicios por medio de las startups, vamos a reducir el poder de los oligopolios en los cuales hemos vivido los últimos 100 años en la región latinoamericana. Eso puede reducir la corrupción y los poderes políticos.

Entonces, en la medida en que puedas como sociedad diversificar un poco tu patrimonio con este tipo de innovaciones tecnológicas edtech, healthtech o fintech, estás permitiendo que más empresas ofrezcan un producto en la industria y atender un cierto nicho de personas o un mercado masivo de personas, que limita ciertos programas políticos públicos y privados oligopólicos. Es lo que estamos viendo hoy con el sector financiero, con las fintechs.

Creo que Latinoamérica está en esa transición, en ese punto inflexión, y en la medida en que podamos acelerar todos los frentes para lograr ese progreso en la región, sin duda alguna este va a ser un mejor mundo en los próximos 10 años.

-¿Por qué están en Arkangeles concentrados en esos tres sectores: edtech, fintech y healthtech?

-Arcángeles es agnóstico-industria, invierte en compañías que cumplan con ciertos criterios y que estén en mercados por encima del billón de dólares, si no difícilmente van a poder ser compañías que generen un impacto fuerte en la población, que lleguen a uno o dos millones de clientes. Entonces, estos son sectores estratégicos que mueven mucho del capital que se mueve en Latinoamérica. El fintech es la industria que más se ha podido impulsar, pero creemos que lo que se viene más fuerte este año es el healthech. Es una industria del mismo tamaño, si no más grande. Y es más más necesario para la población, porque si bien las finanzas generan progreso, la vida es la vida. Con tantos problemas que tenemos en Latinoamérica en acceso a una salud digna, creo que eso va a ser prioridad. Nosotros también queremos impulsar ciertas compañías para ir poniendo el ejemplo en el sector salud, para que más emprendedores se den cuenta de que sí hay apetito de inversión allá afuera.


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Cofundador de Tekios, es ingeniero industrial y periodista. Tras una larga experiencia en México y en Colombia en los sectores financiero, manufacturero e inmobiliario, hace más de una década publica en diferentes medios de América Latina: Milenio, El Universal, Expansión, Chilango, Animal Político (México); CNN y Esquire (Latam); Clarín (Argentina); Semana, Cromos (Colombia). Fue corresponsal de AméricaEconomía en México. Su continua búsqueda de historias originales y trascendentes dentro del periodismo de economía y negocios, lo llevaron al encuentro con las tecnologías disruptivas y su gran poder transformador para la región.