Por Marcelo Melamed,, vicepresidente de Recursos Humanos de Lumen Technologies en América Latina.
A medida que más personas se vacunan y aumenta la sensación positiva respecto a un regreso a la vida normal, trabajadores y empresas miran hacia lo que vendrá. Aquí es donde entra en juego el llamado modelo híbrido de trabajo. Con este formato los empleados tienen la capacidad de trabajar en diferentes espacios, incluidas oficinas corporativas, espacios de coworking, espacios públicos y desde el hogar.
Un formato que, en casi 2 años de trabajo remoto, ha desafiado a empresas y trabajadores, y trajo consigo repensar nuestros modelos de trabajo tradicionales.
Según datos de un informe del Foro Económico Mundial[1], así como se espera una pérdida de 85 millones de puestos de trabajo en los próximos 5 años por la automatización, también se prevé que la aceleración de los cambios tecnológicos creará 97 millones de puestos de trabajo. El mismo estudio señala que cerca del 84% de los empleadores encuestados dijo estar preparado para digitalizar rápidamente los procesos de trabajo, incluida una expansión significativa del teletrabajo.
En mayo de 2020, Twitter llegó a los titulares mundiales cuando anunció que sus empleados podían trabajar desde casa «para siempre» si así lo deseaban. Facebook hizo lo mismo, y el CEO Mark Zuckerberg señaló que hasta el 50% de la fuerza laboral de la compañía podría estar trabajando de forma remota en los próximos 5 a 10 años. Entonces, hoy muchas empresas ya están en lo que se conoce como Indefinite Work From Home (WFH).
Otro informe que entrega luces sobre el fenómenos es una reciente investigación de Gartner[2], que arrojó que 82% de los líderes de empresas planea dejar que los empleados trabajen de forma remota, al menos parte del tiempo.
Entonces, a medida que los empleadores se den cuenta de que esta nueva fuerza de trabajo híbrida no nos abandonará, las oficinas podrían pasar a transformarse en centros de negocios digitales, ágiles y más eficientes. Esto hará que la necesidad de una base de TI sólida, que incluya dispositivos personales confiables para los empleados, software de ciberseguridad sólidos (y educación) y soporte de TI remoto, sean aún más integrales de lo que era antes.
Pero ¿cómo nos preparamos adecuadamente para un futuro con WFH?
El primer desafío es aceptar el cambio en lo que se considera un «trabajo tradicional». Y las transformaciones que producirá una «nueva oficina», lo que puede significar la creación de un «entorno sin contacto», donde los trabajadores tengan su propia tecnología de colaboración personal para minimizar el contacto físico. O puede significar la creación de espacios más separados de reunión que podrían estar equipados con un software de video independiente que facilite la colaboración de una habitación a otra.
Esto demuestra la importancia de poseer departamentos de TI de alta calidad, así como también de invertir en la infraestructura que permite que la TI administre una gran fuerza de trabajo remota. Esto puede incluir desde un incremento en el almacenamiento en la Nube, el mayor uso de herramientas colaborativas, la automatización de procesos e incluso el uso de soluciones de seguridad que permitan la detección y una respuesta automática que permita mitigar un ciberataque.
Está claro que este cambio de modelo llegó para quedarse.
[1] https://www.bbc.com/mundo/noticias-55224333
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