La profesora titular de Finanzas de Esade Business School destaca la importancia creciente que están cobrando las inversiones sostenibles.
Las finanzas sostenibles –la integración de los factores medioambientales, sociales y de gobernanza en el proceso de toma de decisiones de inversión– han sido una tendencia al alza en los mercados financieros en los últimos años, a medida que los inversores canalizaban sus operaciones hacia bonos, acciones y carteras conforme a los criterios ESG. Así pues, la emisión de bonos de finanzas sostenibles alcanzó la cifra récord de US$859.000 millones en 2021, según datos de Refinitiv. Esto representa casi el doble del dinero invertido en 2020 y cuatro veces más que el total de las emisiones de 2019. Además, los activos ESG bajo gestión eran de 35,3 billones, según la Global Sustainable Investment Review ese año, y se espera que representen más de la mitad de todos los activos mundiales bajo gestión en 2025 (Deloitte).
La tendencia creciente de asignar capital a activos y a objetivos ESG es esencial en el proceso de transformación hacia una economía más sostenible. Esta tendencia pone de manifiesto que lo que hoy denominamos finanzas sostenibles serán las finanzas dominantes en el futuro próximo. Así pues, es esencial que todos los participantes del mercado comprendan cómo funcionan los instrumentos de las finanzas sostenibles, sepan utilizarlos para alinear el desempeño financiero con el valor y los objetivos de un cambio positivo, así como para la asignación de capitales y para la gestión del riesgo.
Además, es preciso que todo el mundo entienda estos conceptos para ampliar su efecto beneficioso en la sociedad e inducir un cambio en los hábitos de inversión de los inversores minoristas. En definitiva, la alfabetización en materia de finanzas sostenibles –eso es, dar a conocer los productos financieros sostenibles y utilizarlos para promover los objetivos de desarrollo sostenible– juega un papel importante para la integración de los factores ESG en las decisiones financieras.
Como profesores de escuelas de negocios, ¿cómo formamos a líderes en las finanzas sostenibles? ¿Cómo educamos a nuestros alumnos en los productos financieros sostenibles y les enseñamos las repercusiones que el conocimiento de las finanzas sostenibles puede tener en sus decisiones de inversiones financieras sostenibles?

SENSIBILIZAR
El primer paso para la alfabetización en materia de finanzas sostenibles consiste en sensibilizar. Mientras que el sector financiero está avanzando a una gran velocidad para integrar los factores ESG en la toma de decisiones financieras, la enseñanza de las finanzas financieras se está quedando un tanto rezagada. Por tanto, hoy es obligado hacer cursos sobre finanzas sostenibles. Sin embargo, para sensibilizar necesitamos algo más que cursos especializados. Necesitamos integrar los temas de las finanzas sostenibles en todas nuestras asignaturas, especialmente en las asignaturas troncales.
Ello permitirá presentar a los estudiantes las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad en las finanzas, tanto si optan por trabajar en las finanzas sostenibles como si no. Para algunos de ellos, estos conocimientos formarán parte de su formación básica en finanzas sostenibles; para otros, será solo el punto de partida para una formación más especializada. Algunas asignaturas optativas o de máster más centradas en el tema les ayudarán a desarrollar las competencias necesarias para trabajar en el sector financiero en el futuro.
AJUSTARSE A LAS DEMANDAS DE LOS ESTUDIANTES
En segundo lugar, debemos conocer las demandas de los estudiantes y ajustarnos a ellas. Las finanzas sostenibles son cada vez más populares entre los millennials y la generación Z, que prefieren invertir en empresas con unos valores intrínsecos que impulsen un cambio positivo. Los estudiantes saben que, si queremos invertir con arreglo a nuestros valores, es importante entender la práctica básica de la inversión sostenible. Su demanda de formación sostenible es potente y muy diversa. Quieren aprender sobre finanzas sostenibles y, lo que es más importante: saben exactamente qué es lo que quieren aprender.
Organizando una serie de debates sobre finanzas sostenibles junto con Oikos Barcelona, el chapter local en Esade de Oikos International, una organización de estudiantes no lucrativa que promueve la economía y la gestión sostenibles, descubrí la gran motivación y empuje que tienen los estudiantes con relación a estos temas. Las finanzas sostenibles les resultan muy atractivas y motivadoras. Sienten curiosidad y se implican en las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad. El mejor resultado que puede esperar cualquier profesor es mejorar la formación de sus alumnos en la materia y ver después cómo actúan aplicando los conocimientos que han adquirido.

IMPLICARSE
Además de la demanda de los estudiantes, existe otra demanda, impulsada por el sector. A medida que este campo va evolucionando y cada vez son más los puestos de trabajo en el sector financiero que se orientan a la integración de los criterios ESG en las empresas y en los procesos de inversión, necesitamos cada vez más preparar a nuestros alumnos con la formación especializada que requiere el mercado laboral.
Los académicos deben coordinarse con los profesionales para crear conocimientos y compartirlos. Deben identificar juntos las preguntas de investigación más relevantes, eso es, aquellas que nos ayudarán a avanzar en la investigación y que nos aportarán soluciones a las cuestiones más candentes.
Además, puesto que el sector financiero está cambiando muy rápidamente, nuestra investigación se va a centrar cada vez más en los datos y será impulsada por el sector. Pero, también desde el punto de vista educativo, el sector financiero puede proporcionarnos feedback sobre los contenidos docentes, las herramientas y la metodología que deben adquirir nuestros alumnos para poder desempeñar, de forma competente, los trabajos del futuro inmediato.
INTEGRAR LA SOSTENIBILIDAD
Finalmente, integrar la sostenibilidad en las decisiones financieras requiere un enfoque en profundidad. Necesitamos crear unas herramientas prácticas para medir el valor financiero que aportan las estrategias de sostenibilidad de las empresas, mostrar cómo integrar los beneficios y los costes de aplicar los criterios ESG en un modelo de valoración tradicional, cómo valorar los bonos verdes y cómo evaluar las consecuencias de una calificación negativa en la asignación de las carteras.
Y, finalmente, aunque no menos importante, necesitamos integrar las experiencias del mundo real en nuestras asignaturas, trasladando la teoría a la práctica. Una de las actividades de la Semana de la Sostenibilidad 2022 de Esade es un buen ejemplo de ello. Nuestro Reto de Inversión ESG permite a los alumnos crear carteras utilizando una plataforma simulada de comercialización con cotizaciones bursátiles reales, calificando a las empresas en función de sus criterios ESG. No es fácil identificar las empresas que se preocupan por las cuestiones ESG, pero este reto les ofrece una oportunidad excelente para aprender a seleccionar activos que reflejen sus criterios y valores, al tiempo que les proporcionan una buena rentabilidad financiera.
Viendo la importancia creciente que están cobrando las inversiones sostenibles, resulta esencial adquirir conocimientos sobre sostenibilidad y sobre cómo incorporarla en las decisiones financieras. Además, para incidir en la sociedad, necesitamos algo más que las reivindicaciones de los actores del mercado a favor de un cambio en las estrategias de inversión y el propósito de las empresas. Además de los integrantes de la Business Roundtable y de los firmantes de los Principios de Inversión Responsable de las Naciones Unidas, necesitamos movilizar a otros muchos actores más pequeños: estudiantes, profesores, investigadores y profesionales. Solo a través de una sólida formación en finanzas sostenibles, lograremos hacer una suave transición hacia una economía más sostenible.
Descubre más desde TEKIOS
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.