06/04/2022

2021, el año de las fusiones y adquisiciones en Brasil

OPINIÓN - Por Inaiá Selistre, integrante del equipo de Research y Business Intelligence para los mercados brasileño y portugués de Transactional Track.
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Por Inaiá Selistre, analista de mercado brasileña. Es licenciada en Administración por la Universidade Estácio de Sá, y también certificada en Business Intelligence en la Escola Superior de Propaganda e Marketing-ESPM. Actualmente forma parte del equipo de Research y Business Intelligence para los mercados brasileño y portugués de Transactional Track Record.

Es evidente el crecimiento 2021 del mercado brasileño en cuanto a fusiones y adquisiciones, si se lo compra al de los últimos años. Sólo el año pasado el segmento movió cerca de cerca de US$127,89 mil millones, registrando un crecimiento de 143% en el capital movilizado, según datos de TTR (Transactional Track Record). El mercado está muy activo; es innegable.

Podemos mencionar diferentes sectores que se han destacado en 2021, entre los que se encuentra el de la tecnología (¡¿cómo no iba a serlo?!), junto al de las finanzas, el comercio minorista, la educación, etc. Es un hecho que la tecnología forma parte de nuestra vida cotidiana, y como ya se sabe, los privilegios son múltiples. Solo en 2021 se produjo un aumento del 67% en el volumen de fusiones y adquisiciones en comparación con 2020.

El sector, además, ha captado la atención de los inversores. El año pasado las adquisiciones realizadas por empresas estadounidenses en compañías brasileñas aumentaron un 93%, según TTR. Y la UNCTAD anunció que Brasil ocupó el séptimo lugar en la clasificación de países que recibieron más inversiones extranjeras. El crecimiento es admirable e imposible de no mencionar.

La tecnología ha ganado espacio dentro de diferentes verticales, como es el caso del segmento de salud, que fue el cuarto más activo en el año en fusiones y adquisiciones, según datos de TTR. Uno de los factores que influyeron en este crecimiento es la presencia de innovaciones nunca vistas.

Un gran ejemplo es el avance del uso de la inteligencia artificial en la toma de decisiones médicas. El uso de la tecnología, específicamente en el análisis de los exámenes radiológicos, contribuye a acelerar la interpretación y, en consecuencia, a reforzar la confianza en el diagnóstico.

Estamos viviendo un gran momento, incluso podemos llamarlo ¡histórico!, ¿no? A raíz de la pandemia de Covid-19 se han creado varias startups con el objetivo de traer nuevas tecnologías para apoyar la agilidad en los servicios prestados.

Según la investigación realizada por Distrito, en 2018, en Brasil, había alrededor de 248 empresas registradas en el sector de salud, y en 2021 este número pasó a 1.002, es decir, se produjo un crecimiento de más del 300%. Increíble, ¿verdad? Debido al crecimiento explosivo del segmento, notamos varios beneficios, como la posibilidad de atención médica (y psicológica) a distancia; el avance en la gestión de clínicas y hospitales; la capacidad de mejorar el desarrollo y el almacenamiento de medicamentos, entre otros. La tecnología y la salud caminan juntas en la búsqueda de la evolución.

Debido a la expansión en el segmento de salud, el número de inversores también ha aumentado en el mercado en general. Según un informe presentado por B3, se registró una evolución de 43% en el volumen de inversores individuales en el primer semestre de 2021. Los ciudadanos están cada vez más interesados en la aplicación de sus ingresos. Es una economía atractiva, no tenemos dudas. Y por supuesto, como resultado de ambos factores, una vez más tenemos reflejos en las fusiones y adquisiciones. El año pasado hubo 45 rondas de inversión de fondos de venture capital que movieron un capital de aproximadamente 1.000 millones de reales, según datos de TTR.

Estos dos grandes sectores, salud y tecnología, han sido extremadamente importantes para el crecimiento del país, y ya podemos entender la enorme diferencia que ambos han provocado, ¿verdad? Además, según el IBGE, el PIB creció un 4,6% el año pasado en comparación con 2020. En cierto modo, se puede ver que el dinamismo percibido en la economía en 2021 compensó la caída que tuvimos en 2020. La mejora del escenario es explícita y el crecimiento alcanzado por el país es fascinante.

Sin embargo, los últimos acontecimientos nos hacen reflexionar sobre el panorama futuro, más concretamente en relación con la invasión de Rusia en Ucrania, que puede cambiar la situación actual. Los acuerdos comerciales son frágiles; estamos viendo cómo empresas multinacionales están suspendiendo sus operaciones en Rusia. El contexto mundial está cambiando y tenemos que estar preparados para innovar.

Hay un mundo que explorar y, sobre todo, que mejorar. Debemos hacerlo. El año 2021, y el inicio de 2022, ya nos trajo grandes reflexiones. Y ahora, ¿qué camino seguir? ¿Dónde debemos actuar? No podemos esperar, hay mucho mercado por delante.


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