Conversamos con Joel González, Co-CEO de Propel Foods, una startup foodtech mexicana que quiere adelantarse a los grandes cambios alimentarios en el mundo, y que acaba de recibir el Hult Prize 2021, un premio del Clinton Global Initiative que busca apoyar a los jóvenes innovadores.
Los fundadores de Propel Foods apenas se están graduando de la universidad y llaman la atención en el incipiente sector foodtech mexicano, después de ser uno de los 5 ganadores mundiales del Hult Prize 2021, un premio del Clinton Global Initiative que busca apoyar a los jóvenes innovadores que busquen resolver los problemas más apremiantes del planeta a través del emprendimiento social.
Joel González, un economista graduado hace un año; Ana Sofía Hillman, una ingeniera de alimentos; y Jayat González, una matemática y actuaria que se gradúa en unos días, integran el equipo fundador de esta joven startup, integrantes que se conocieron en un grupo de WhatsApp de la universidad ITAM, y que en enero de 2023, en México, lanzaron en varias cadenas de retail y restaurantes 6 productos alimenticios basados en plantas y concebidos con inteligencia artificial.
El proyecto original, llamado Ah Diablo, con el que clasificaron al Hult Prize, tenía el objetivo de desarrollar una nueva estrategia en el sector de la pesca al crear una demanda de productos hechos con especies invasoras, aumentando los ingresos de los pescadores de pequeña escala y ayudando a regenerar el medio ambiente. Sin embargo, durante el programa de aceleración del premio, en Londres, pivotearon hacia los alimentos plant based al no encontrar la viabilidad necesaria para el proyecto inicial.
Conversamos con Joel González en la Ciudad de México, poco después de que recibiera el Hult Prize de manos de Bill Clinton, en Nueva York, y desde donde preparan su próximo lanzamiento.
-¿Por qué Ah Diablo? ¿Cómo fue lo del problema del pez invasor?
-El pez diablo es una especie invasora, es un problema muy grande, tanto en México como en toda Latinoamérica. Su expansión está teniendo un impacto negativo en el ecosistema y también en la economía de las comunidades pescadoras.
Buscamos una solución en la parte de consumo alimenticio, queríamos darle un uso y uno de los problemas a los que nos enfrentamos es que solo el 20 % pescado se puede utilizar, lo demás es desperdicio. Entonces, estábamos pensando en incorporarlo con otros ingredientes para que fuera un producto híbrido; la proteína, el pescado, y algún otro ingrediente que pudiera ser un vegetal.
Además, nos metimos a conocer la pesca desde la raíz, para ver cuáles eran los problemas en toda la cadena de suministro, un mercado muy informal, donde hay coyotes intermediarios, y vimos que iba a ser muy difícil entrar. Todo eso hacía muy poco viable el proyecto y decidimos pivotear, lo que tuvo un muy bien recibimiento en la aceleradora.
-Y luego vino el salto al modelo de negocios de Propel Foods.
-La curva de aprendizaje fue muy grande, pero creo que lo hemos hecho bien. Han sido meses de investigación y desarrollo bastante intensivo. Y también conocer la parte regulatoria o legal. No sabíamos lo que involucraba sacar un producto de este tipo al mercado, ponerlo en anaqueles. Ahora seguimos desarrollando más productos, vamos en 6 y queremos seguir desarrollando.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL
-¿Qué van a lanzar?
-Vamos a ir con productos al retail, pero también a restaurantes. Vamos a salir con chorizo, carne molida, arrachera, el bistec y hamburguesa.
–¿Y cómo diferenciarse con la llegada de tantos productos extranjeros que les llevan la delantera?
-Creo que las tres características principales de este tipo de productos son el precio, el valor nutricional y, por último, su similitud con la proteína animal. Casi todo el mercado se ha preocupado por el último. Nosotros nos diferenciamos mucho en precio, porque producimos de manera totalmente local. Y en valor nutricional, queremos que no sea solo un producto que parezca carne, sino que también tenga un aporte nutricional inclusive mejor que el de la carne animal. Nuestros productos tienen un nivel proteico a veces mayor al promedio de la carne de la FDA y también en vitaminas y aminoácidos esenciales.
Y no nos hemos olvidado de la similitud con la proteína animal, porque no nos queremos concentrar solo en el mercado vegano, que ya está acostumbrado a otro tipo de atributos o propiedades sensoriales.
–¿Cómo es eso de utilizar la inteligencia artificial para el desarrollo de los productos?
-Hacemos una impresión de datos a la que están ligadas los clientes, las condiciones operativas, los procesos por los cuales pasa el producto. A través de algoritmos podemos predecir ciertos atributos de los alimentos y utilizamos aprendizaje profundo y aprendizaje de máquina para poder enseñarle a una computadora, básicamente, a formular nuevos productos.
No solamente es el uso de datos y de algoritmos para hacer predicciones. Es un modelo matemático en el cual controlamos la parte de propiedades sensoriales de los productos, pero también controlamos el costo eficiencia y cuestiones químicas.
–Están terminando otro proceso de aceleración, tengo entendido.
-Acabamos de terminar un programa de aceleración de MassChallenge. También estamos en un programa de 6 meses de McKinsey que se llama Fuel Ignition Club, que es más una consultoría.
–¿Y la búsqueda de inversión cómo va?
-Estamos enfocados en la parte de los productos, seguir desarrollando. Y los vamos a sacar al mercado para validarlos. Eso porque queremos generar números, generar tracción, generar eventos, para que haya más elementos para poder crecer y conseguir una inversión semilla de algún jugador del mercado de la industria de alimentos o con un VC.

ALIMENTACION CENTENNIAL
-Hasta ahora en su exploración, ¿cómo ven la demanda de este tipo de productos?
-La demanda ahí está. Hasta podría decir que hay una sobredemanda. Hay mucha gente interesada y en muchos tipos de industrias y modelos de negocio, no son solamente retail o restaurantes; en enero empezamos también con caterings. Nuestro problema va a ser nuestra capacidad de producción, que es un poquito limitada en estos momentos.
-¿Cómo han encontrado la competencia dentro de México?
-Hay actores, pero muy contados. Hay otros emprendedores veganos, pero la mayoría son tradicionales, casi ninguno es un producto de nueva generación. Hace mucha falta la innovación en cierto sentido.
–¿Qué planes tienen en el corto plazo?
-Tenemos que seguir innovando. La tendencia de estos productos es creciente, de forma exponencial, pero también están saliendo a la luz otros proyectos, otro tipos de tecnología, otro tipos de alimentos, y para el foodtech en general es fundamental diferenciarse en la calidad del impacto como en las propiedades de los alimentos.
Además, queremos incentivar a que más gente decida adoptar una dieta a base de plantas. No queremos que nuestro mercado se cierre el nicho vegano, sino que sea un producto que cualquier persona pueda encontrar en cualquier lugar y que sea un producto nutritivo.
¿Hay alguna compañía que los inspire a lo que están haciendo? ¿Hacia dónde quieren llevar Propel foods?
-Nos encanta lo que está haciendo Impossible Foods. Pronto queremos desarrollar alimentos a base de hongos, es una tecnología que tiene mucho potencial y que apenas está empezando a surgir en México, en Estados Unidos y en otras partes del mundo.
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