En la era digital actual, donde la conectividad es una herramienta fundamental para acceder a oportunidades y recursos, es crucial abordar la persistente brecha de género en el acceso a internet y la tecnología.
En el estudio, Medición del desarrollo digital: Hechos y cifras 2023, realizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, las cifras revelan una disparidad preocupante: de los 5.4 mil millones de personas en línea en 2023, el 70% son hombres, mientras que solo el 65% son mujeres.
En el contexto específico de Chile, los datos de la Encuesta de Acceso y Uso de la Subsecretaría de Telecomunicaciones del año 2023 hablan de un 94.3% de la población chilena tiene acceso a Internet, de estos el 93.2% son hogares encabezados por mujeres, en comparación con el 95.1% de los hogares liderados por hombres. Estas cifras muestran la necesidad de intervención para garantizar la igualdad de acceso y oportunidades en el ámbito digital.
Para cerrar esta brecha digital de género, se requiere una acción concertada en múltiples frentes. En primer lugar, es fundamental mejorar la infraestructura de conectividad en áreas rurales y garantizar un acceso equitativo a internet en todos los sectores de la sociedad. Esto implica inversiones en infraestructura de telecomunicaciones y políticas que promuevan la expansión de la cobertura en áreas remotas.
Además, la capacitación en habilidades digitales juega un papel crucial en empoderar a las mujeres para que participen plenamente en la economía digital. Programas de capacitación accesibles y adaptados a las necesidades específicas de las mujeres, especialmente aquellas que son jefas de hogar, son esenciales para cerrar la brecha de habilidades y fomentar la inclusión digital.
De esa manera, mejorar el acceso y promover la capacitación son aspectos medulares para apoyar el desarrollo femenino en el ámbito laboral, proporcionando recursos y oportunidades para que las mujeres se desarrollen en campos que, por lo pronto, son ocupados en su mayoría por hombres.
Cerrar la brecha digital de género no solo es una cuestión de justicia social, sino también una necesidad económica y de desarrollo. Al invertir en conectividad, capacitación y estudios para las mujeres, no solo estamos promoviendo la igualdad de género, sino también desbloqueando el potencial de todo un segmento de la población para contribuir al crecimiento y la innovación en la economía digital.
Es hora de actuar con determinación para garantizar que todas las mujeres tengan las mismas oportunidades en el mundo digital del mañana.
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