Los métodos de pago han pasado a ser una parte central de la experiencia del e-commerce. Los consumidores esperan una variedad de opciones que se adapten a sus necesidades, mientras que las empresas se benefician al aceptar múltiples formas de pago.
Según Mariano Oriozabala, CEO de Infracommerce Latam, a nivel global, las tarjetas de débito y crédito y los monederos digitales son los métodos de pago más populares en el comercio electrónico, pero otros métodos como las transferencias bancarias y el pago contra reembolso (COD) siguen siendo comunes en ciertas áreas. “Además, el uso de pagos móviles está en aumento, especialmente en mercados con alta penetración de smartphones», agrega.
El Hot Sale, una muestra
Las principales tendencias de medios de pagos en compras en línea durante el último Hot Sale fueron las tarjetas de crédito y débito, billeteras y pasarelas de pago. Durante el evento, las transacciones dentro de la plataforma aumentaron a más de 358 mil en la tercera jornada, con una facturación un 927% superior al año pasado y unos 6.3 millones de usuarios activos en el tercer día.
La Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) observó un avance en la diversificación en el uso de las formas de pago en el canal e-commerce. Según CACE, los consumidores utilizaron una amplia variedad de métodos de pago, incluyendo tarjetas de crédito y débito, billeteras virtuales, BNPL (Buy Now, Pay Later) y pagos con QR.
Durante esta edición del Hot Sale, los bancos, las tarjetas, las billeteras y las distintas pasarelas de pago ofrecieron promociones y cuotas sin interés, lo que jugó un papel crucial en el incremento de las ventas.
Las recientes bajas en las tasas de interés permitieron que las compras en 12 cuotas representaron alrededor del 40% de las ventas, con un ticket promedio de $67.838, lo que representa un crecimiento del 225.5% en comparación con el año pasado.
También según datos aportados por CACE, en total, las compras en cuotas sin interés alcanzaron el 80% de las ventas, con las tiendas bancarias ofreciendo hasta 18 y 24 cuotas sin interés, y las billeteras virtuales logrando que el 80% de las compras en cuotas se realizarán con beneficios.
La financiación fue clave para el Hot Sale de este año, y a la tarjeta de crédito le tocó ser «el medio de pago por excelencia», según la CACE.
Lo sucedido en el último Hot Sale guarda relación con los datos más generales que aporta Statista sobre los métodos de pago más comunes para las compras en línea en Argentina. Durante 2023, el ranking lo encabezaron las tarjetas de débito (71%), las tarjetas de crédito (53%) y los servicios de pago en línea como PayPal y Amazon Pay (46%). Otros métodos incluyen pago por factura (23%), efectivo por adelantado (16%), tarjetas o vales prepago (14%), débito directo (5%) y contra reembolso (3%).

El boom del e-commerce y los métodos de pago
El comercio electrónico ha experimentado una verdadera revolución en los últimos años, un fenómeno, impulsado inicialmente por la pandemia de COVID-19, se ha mantenido y sigue creciendo a un ritmo acelerado.
Según estimaciones de Payments and Commerce Market Intelligence (PCMI), el e-commerce cerró 2023 con un aumento del 21% en América Latina. Según Statista Digital Market Insights, el mercado latinoamericano y caribeño del comercio electrónico superó un valor de ventas minoristas de 117.000 millones de dólares en 2023, y se prevé que esta cifra casi se duplique para 2028, superando los 205.000 millones de dólares.
En Argentina, el comercio electrónico vio un auge notable y promete seguir en alza. Un informe de eMarketer proyecta que el 23% de todas las ventas se realizarán por internet para 2025.
El desafío de la diversificación
La diversificación de estos medios se convirtió en un factor crucial para satisfacer las necesidades y preferencias de los consumidores. Las pequeñas empresas que ofrecen una diversidad de métodos de pago incrementaron sus ingresos en casi un 30%, según resultados de un estudio publicados en PRNewswire.
Baymard Institute señaló que un e-commerce puede incrementar sus conversiones hasta más de un 35% si mejora su proceso de pago. Según un relevamiento del sitio especializado América Retail, el 38% de los comercios tenía previsto ampliar sus opciones de pago digital en 2022. Cuando su método de pago preferido no está disponible, el 15% de los encuestados indica que abandona el proceso de pago y no compra lo elegido, mientras que el 22% lo busca en otro comercio online.
En Hispam Digital Fórum hubo consenso sobre la necesidad de contar con pasarelas de pago ajustadas a las necesidades del negocio y a las de los clientes para ampliar la oferta de los métodos de pago más utilizados por los consumidores de cualquier parte del mundo.

En la Argentina, mientras el 86% de las corporaciones cuenta con presencia en canales digitales, sólo el 30% permite una experiencia de compra totalmente digital.
La transformación digital en Argentina y Latinoamérica avanzó, pero no llega aún a todos por igual. La falta de conectividad adecuada y la baja penetración de la digitalización en áreas rurales o menos desarrolladas sigue siendo un obstáculo importante.
«La digitalización es un proceso continuo que requiere inversiones significativas en infraestructura tecnológica y educación digital. En regiones con menor desarrollo, es crucial mejorar la conectividad para permitir que tanto comerciantes como consumidores puedan participar plenamente en el comercio electrónico», comenta Oriozabala.
A pesar de la tendencia creciente hacia la diversificación de los métodos de pago, hay todavía un claro desbalance en favor de las tarjetas de crédito y débito. Esto se debe en parte a la inercia histórica: las tarjetas de crédito y débito llevan décadas en el mercado, y su uso está profundamente arraigado en la cultura de consumo.
En Argentina, además, la situación económica influye significativamente. Los planes de financiación a través de tarjetas son una ventaja considerable en un contexto de inflación y restricciones de crédito.
Las generaciones mayores tienden a preferir métodos de pago tradicionales, mientras que los jóvenes son más proclives a adoptar nuevas tecnologías como las billeteras digitales y los pagos móviles. Sin embargo, esta tendencia no es uniforme y está fuertemente influenciada por la estratificación social.
El verdadero desafío radica en la infraestructura y en cómo los pequeños comercios pueden adaptarse a estas nuevas tecnologías. La falta de acceso a una conectividad de calidad y a herramientas digitales avanzadas impide que muchos comerciantes puedan ofrecer una variedad de opciones de pago.
«Hoy en día, para servir bien a un consumidor, no basta con entregar un producto que se vendió en un comercio electrónico ultrarrápido. Además de hacerlo en pocas horas, es necesario ofrecer tecnología robusta, servicio humanizado, inteligencia de oferta, canales integrados, todo con una experiencia impecable soportada, fundamentalmente, en opciones de pago variadas y seguras», concluyó Oriozabala.
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