Qué pasó: La fintech colombiana Druo cerró una ronda semilla liderada por Global PayTech Ventures (GPT), el fondo creado por Javier Pérez, expresidente de Mastercard para Europa y América Latina. La valoración filtrada: US$22 millones.
Por qué importa: Druo opera una infraestructura que cobra directamente desde cuentas bancarias, sin pasar por redes de tarjetas. Conecta 10.000 instituciones financieras y permite cobrar a 1.000 millones de cuentas en cuatro países.
En 2026 planea aterrizar en los 30 mercados de la Unión Europea, mientras refuerza EE.UU., México, Perú y Colombia.
En detalle:
- Su modelo reduce comisiones a 0,5 %, frente al típico 3 %–5 % de tarjetas.
- Asegura que su red disminuye hasta 25 veces el riesgo de fraude.
- Desde 2022 procesó US$294 millones; solo en el 3T 2025 movió US$57,8 millones (+188 % interanual).
- Suma 3,2 millones de transacciones, un millón de usuarios finales y presencia en 13 industrias; reporta márgenes operativos superiores al 60 %.
Lo que dicen:
“Estamos dándole al mundo una forma radicalmente mejor de aceptar pagos”, afirma el CEO Alejandro Pinzón.
“El sistema actual castiga al que cobra y excluye al que quiere pagar. Eso es injusto”, remarca el cofundador Simón Pinilla.
“La red de débito directo de Druo crea una nueva categoría en los pagos globales”, dijo Javier Pérez.
Por qué Druo existe:
Los fundadores —ex SumUp— se cansaron de los límites de ACH, tarjetas y SWIFT, sistemas con más de medio siglo. Decidieron no optimizar el sistema antiguo, sino construir uno nuevo: una red global de débito directo que elimina hasta 12 intermediarios.
Su infraestructura:
- Conexión directa a bancos.
- Cobros recurrentes y puntuales para empresas.
- Integración con BBVA, Kushki y plataformas de facturación y suscripciones.
- Venta directa, outbound y asociaciones con bancos y gateways.
Crecimiento y estrategia:
- El equipo tiene solo 15 personas, con crecimiento mensual de dos dígitos impulsado por automatización.
- La expansión europea será el foco de la ronda.
- La empresa se define como “no intensiva en capital” y prioriza aliados por sobre inversionistas.
El objetivo final:
“Queremos que cualquier empresa pueda cobrar desde cualquier cuenta del mundo. Y que cualquier persona, solo con una cuenta bancaria, acceda a servicios globales hoy reservados para unos pocos”, concluye Pinzón.
*Resumido por IA, revisado y editado por la redacción.
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