El Índice de Madurez Digital Virtus 2021, de Virtus Partners, responde esta y otras interrogantes. Un estudio que contó con la participación de 343 ejecutivos de 302 organizaciones, entre ellas, grandes empresas, pymes, startups, academia e instituciones públicas de Perú.
Las organizaciones peruanas tienen un IMDV de 56,7% lo que las posiciona en un nivel Medio dentro de la escala de madurez digital. Pero si bien estas han tenido un buen avance en las dimensiones de Estrategia, Experiencia de clientes y Cultura y gestión del cambio, aún se encuentran en un nivel Inicial en innovación y nuevos modelos de negocio, procesos,
tecnologías y operaciones digitales, y data y analytics.
Esta es una de las conclusiones del Índice de Madurez Digital Virtus 2021, de Virtus Partners, un instrumento que mide el nivel de transformación digital de organizaciones de todo tipo y tamaño, identificando sus principales oportunidades y desafíos frente al cambiante entorno competitivo. El IMDV fue realizado en Perú en alianza con Canvia, la empresa de tecnología y transformación digital, contando con la participación de 343 ejecutivos de 302 organizaciones, entre ellas, grandes empresas, pymes, startups, academia e instituciones públicas.
Entonces, con la innovación de capa caída en Perú, son las grandes empresas las organizaciones más maduras digitalmente, seguidas por la academia y las pymes. En tanto que las startups y las instituciones públicas son las más rezagadas en su transformación digital.
Las startups peruanas aún se encuentran en un nivel de madurez digital Inicial, por debajo de sus pares de Chile y Colombia, establece el Índice de Madurez Digital Virtus, un resultado que debiera preocupar en el país incaico, «considerando el enorme impacto económico que pueden llegar a generar este tipo de empresas en los países donde operan, así como la mejora de la calidad de vida de las personas», considera la publicación.
IMDV® 2021 STARTUPS POR PAÍS

«Actualmente, las startups están transformando diversos mercados al disponibilizar servicios y productos más efectivos,
eficientes y responsables ante los ojos de los clientes, impulsadas por nuevas tecnologías y modelos de negocio disruptivos», sin embargo, la transformación digital debe tener un propósito claro, una variable que desnuda negativamente al ecosistema peruano: «el qué, el por qué y el cómo de la transformación digital».
Porque si bien la pandemia ha posicionado a la transformación digital como una prioridad para muchas organizaciones; y aunque 90% de las grandes empresas, 83% de las pymes y 75% de las startups dice entender la urgencia que esta representa para su industria, la verdad es que muchas veces la transformación digital sigue siendo abordada en silos, sin una mirada estratégica y sin activar los procesos de cambio necesarios para generar una verdadera transformación.
Según el estudio, 84% de las grandes empresas, 63% de las pymes y 75% de las startups sostienen que el Covid-19 aceleró sus procesos de transformación digital, provocando un cambio profundo que ha involucrado una evolución cultural, así como
también nuevos modelos y formas de trabajo. Pero aunque 80% de las grandes empresas, 65% de las pymes y 75% startups cuentan con propósito para la transformación digital, «no todas poseen un plan de acción claro y robusto para llevarla a cabo. Es así que solo 73%, 48% y 25%, respectivamente, respondieron afirmativamente a esta pregunta».
«Esto no es menor, pues el no contar con una estrategia definida para la transformación digital reducirá el impacto que esta podría generar en la organización, llevándola incluso a incurrir en gastos de tiempo y recursos innecesarios que podrían amenazar su sostenibilidad», sentencia Virtus Partners.
También hay cortapisas que superar. «Generar un ecosistema propicio para su evolución y crecimiento es clave para el desarrollo de los países, sobre todo en un contexto cada vez más competitivo y donde muchos modelos de negocio tradicionales no han sido capaces de reinventarse en sintonía con las nuevas posibilidades», agrega el Índice. «De este modo, es importante avanzar en solucionar algunas de las principales barreras que aún existen para que florezcan este tipo de empresas, tales como el acceso a talento, la obtención de capital y la generación de oportunidades para entrar y darse a conocer en el mercado. Con ello, quizás, próximamente podremos ver aparecer los primeros unicornios» en Perú.

LOS LÍDERES, EN DEUDA
A la ausencia de un propósito contundente en las startups peruanas, esa llamada capacidad de atender ciertos «dolores» desatendidos por las autoridades y el mercado, que convierte a estos emprendimientos en exitosos y capaces de crecer rápidamente, el Índice de Madurez Digital Virtus 2021 agrega una debilidad sistémica: la ausencia de líderes idóneos que encabecen los desafíos de la transformación digital.
«En muchos casos, la transformación digital pasó de ser una ventaja competitiva a convertirse en la única posibilidad de supervivencia y las organizaciones han ido comprendiendo que el foco que el equipo de liderazgo le dé a este proceso y a la gestión del cambio necesaria para llevarlo a cabo, será determinante en sus resultados. Esto ha generado que la antigua idea de
que esta depende exclusivamente del CIO haya quedado completamente obsoleta, entendiéndose hoy como un esfuerzo colectivo de toda la organización, que debe ser liderado por el CEO con el apoyo del Directorio», argumenta el reporte.
«El primer paso para iniciar cualquier proceso de transformación es que tanto el controlador como la alta dirección generen consciencia de la necesidad de cambio, co-construyendo un propósito inspirador y el ambiente socio emocional necesario para que este realmente se produzca. Aquí tan importante como el ser es el parecer, lo que implica involucrarse y colaborar activamente para vencer la natural resistencia a este proceso, generando un mindset que, más allá de centrarse en simplemente reaccionar a los desafíos, se abra a explorar lo nuevo y aprovechar las oportunidades que ofrece este nuevo escenario», explica Juan José de la Torre, Managing Partner de Virtus Digital.
Según el estudio, aunque 87% de las grandes empresas, 67% de las pymes y 75% de las startups afirman que cuentan con un esquema de gobierno senior (gerente general o gerente de primera línea) que impulsa las iniciativas digitales, no siempre estos líderes contarían con las habilidades necesarias para guiar con éxito los procesos de transformación.
Seguramente esta ausencia de liderazgo aporta a que las organizaciones en Perú aún sean bastante tímidas en cuanto a explorar oportunidades de negocio diferentes a lo que han hecho tradicionalmente. De acuerdo al Índice, solo 51% de las grandes empresas, 47% de las pymes y 67% de las startups han explorado e invertido en el desarrollo de negocios adyacentes, no relacionados con su core business. En tanto, 49% de las grandes compañías y 50% de las pymes han implementado políticas y modelos de innovación abierta.
Y si la intuición diría que justamente son las startups las más arrojadas y colaborativas en su quehacer, y las que aplican modelos de innovación abierta (67% sostiene que la practican), sin embargo, «esta afirmación contrasta con el hecho de que este es el segmento con menos alianzas estratégicas con terceros. Mientras 80% de las grandes empresas tienen alianzas con proveedores, 74% con partners tecnológicos y 72% con consultoras, 50% de las startups señalan que tienen alianzas con partners tecnológicos y solo 25% con los otros grupos».
Todo esto «evidencia que Perú aún tiene un importante camino por recorrer para generar un ecosistema que propicie el desarrollo de startups de alto impacto, pues las redes de apoyo y alianzas son fundamentales en la evolución y éxito de este tipo de compañías», añade el reporte desarrollado por Virtus Partners en alianza con Canvia.

¿CÓMO MEJORAR?
Como hemos observado en el IMDV, entre las organizaciones peruanas existe conciencia respecto a la urgencia de impulsar la transformación digital en su interior, sin embargo, a pesar de que muchas van por buen camino, aún quedan bastantes que no han avanzado lo suficiente, encontrándose en niveles iniciales de madurez digital. Un rezago grave, mientras en la vereda del frente la revolución digital toma un ritmo acelerado e histórico. Todo indica que los que no avancen ahora podrían eventualmente desaparecer.
Es momento, entonces, de repensar los modelos de negocio y evolucionar la relación que tienen las empresas con sus clientes, colaboradores y ecosistema, co-creando experiencias de calidad basadas en data e impulsadas por nuevas tecnologías, aconseja Virtus Partners.
«No se trata solo de digitalizar, como lo han hecho la mayoría de las organizaciones chilenas durante la pandemia. Más bien es crear un ADN digital en base a un liderazgo y cultura que permitan empujar con innovación, agilidad y efectividad los proyectos que permitan avanzar hacia la aspiración de la organización, con centro en las personas. Como manifestamos anteriormente, este proceso debe ser impulsado por el CEO y el Directorio, involucrando a todos los colaboradores e incluso a otros actores claves del ecosistema organizacional», complementa el estudio.
Pero no todo está perdido. «Como hemos visto, cualquier organización de cualquiera de los segmentos evaluados en este estudio puede alcanzar un nivel elevado de madurez digital si realmente se lo propone», matiza el Índice, que establece el ahora como una urgencia: estamos ante «un momento clave para avanzar y atreverse a impulsar transformaciones profundas que realmente tengan un impacto relevante en la organización y su ecosistema; una gran oportunidad que debemos aprovechar y que simplemente ya no podemos dejar pasar. La fórmula implica no temer al cambio, sino que abrazarlo y aprovechar este proceso para crear una
mejor versión de sí mismas».
*Metodología del Índice:
El IMDV® se traduce en un porcentaje entre 0% y 100% que se obtiene en base a la suma del puntaje obtenido en sus 80 preguntas, donde cada respuesta posee una ponderación específica definida según la metodología diseñada por Virtus Partners.
En base a este promedio, las organizaciones son clasificadas en una escala de cinco niveles de madurez digital: Análogo, Inicial, Medio, Avanzando, Digital.
El período de muestreo abarcó entre el 3 de diciembre de 2020 y el 26 de febrero de 2021. La encuesta contó con dos vías de distribución: envíos dirigidos a las primeras líneas y líderes de transformación digital de organizaciones pertenecientes al ecosistema de Virtus Partners y Canvia; y un enlace abierto a todo quien desease participar, cuyas respuestas luego fueron filtradas en función de su pertinencia.
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