La Cartilla de Nacho rompió en los 70 con la metodología tradicional de enseñanza, ayudando a los latinoamericanos a aprender a leer y escribir. Hoy se transforma digitalmente y llega a la TV.
«Mi mamá me mima, mi mamá me ama». Estas son las frases célebres que ya son parte de la memoria de millones de latinoamericanos que han aprendido a leer y a escribir gracias a «La Cartilla de Nacho», un material educativo que se transforma digitalmente desde Colombia al resto de la región.
«La Cartilla Nacho» es el fruto de un estudio que hicieron investigadores alemanes en 1970 al venir a Colombia con el fin de superar el analfabetismo. Los alemanes consideraron que los métodos tradicionales de enseñanza del castellano no funcionaban y que tendrían que ser mejorados para reducir en ese entonces, el gran índice de rezago educativo.
Susaeta ediciones, en 1974, al conocer los estudios realizados por los académicos alemanes, llevó a cabo una propuesta académica editorial y gráfica, material solicitado por encargo y escrito por Jorge Luis Osorio, quien fue escritor y profesor de Español en primer grado del colegio de uno de los hijos de la editorial. Es así como 80 páginas adoptaron el nombre de Nacho, nombre sugerido por la editorial Susaeta, a partir de Ignacio, hijo de uno de los dueños de la empresa. Las ilustraciones se realizaron inicialmente en España, y el año 2000 ya pasaron a ser realizadas en Latinoamérica, pero manteniendo el mismo contexto y propósito educativo.
Nacho ha sobrevivido al paso de los años, y en plena Cuarta Revolución Industrial de desea quedarse atrás, sino seguir siendo un aporta en la reducción de las brechas de educación, convirtiéndose en un Nacho digital que será también transmitido próximamente por televisión, con el fin de seguir enseñado a millones de niños y niñas de toda Colombia y otros países.
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